NEWELL’S OLD BOYS
Por Ramiro Cupido
Aún sigue grabada en la retina de los hinchas leprosos aquel gol que puso 2 a 1 arriba a Newell’s frente a San Lorenzo, en Boedo, a cuatro fechas del final del agónico Torneo Apertura 2004. El lanzador del centro que terminó en gol fue Luciano Vella, que volverá a vestir la casaca rojinegra, y quien conectó el centro y metió un frentazo fulminante fue Iván Borghello, que junto a su amigo “Tano”, volverá a ponerse la 9 leprosa. Así lo confirmó el manager Gustavo Dezzoti: “Borghello se va a quedar con nosotros”. Y argumentó que el Memo tiene muchas ganas de volver a ponerse la rojinegra y eso influyó a que toda la negociación sea tan rápida y sorprendente.
Luego de tanta búsqueda y tanta frustración en la misión “delantero”, la figura de Borghello comenzó a tomar forma cuando se determinó retirarse de las negociaciones por el peruano José Carlos Fernández, quien fuera prioridad hasta los últimos días. Caído lo de Zlatan, Iván Borghello surgió con fuerza al no tener cabida en Deportivo Quito de Ecuador (se fue por problemas de deudas) y Sensini no dudó, dio el okey y el atacante oriundo de Paraná se convirtió en la flamante y última incorporación en este mercado de pases.
“En ningún lugar voy a estar más cómodo que acá”, fueron las palabras de Borghello días atrás cuando fue consultado sobre aquellas versiones que lo vinculaban a la entidad del Parque, tras quedar descartado el peruano Fernández.
Con la llegada de este delantero de 27 años, Newell’s se retira del mercado de pases en la que consiguió tener éxito en las negociaciones con Luciano Vella, Gabriel Cichero, Luís Rodríguez, Leandro Velázquez, Sebastián Taborda y, recién confirmado, Iván Borghello. A pesar de haber cubierto todos los puestos apuntados por Sensini, quedo un sabor amargo tras haber tenido percances con Federico Higuaín (tenía todo arreglado con Newell’s pero se fue a Colón, que ofrecía mas plata), Hernán Rodrigo López (parecía cerrada su contratación pero apareció Estudiantes y se lo sopló), y José Fernández (su arribo se dilató y se fue diluyendo con el paso de los días).
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